Comparamos al Apple Watch Series 3 y al Amazfit Verge, dos de los smartwatches más populares

Comparamos al Apple Watch Series 3 y al Amazfit Verge

Como sabemos que no todo el mundo sabe a ciencia cierta qué es lo que hace bueno a un smartwatch (más allá del diseño), hoy les traemos una guía completa pero sencilla.

Abordaremos las partes más importantes de estos equipos, mientras que al mismo tiempo hacemos una comparación de características dos de los mejores relojes inteligentes del momento: el Apple Watch Series 3 y el Amazfit Verge

La resolución de la pantalla

Vamos a iniciar con lo que podría ser la parte más importante de un smartwatch: la pantalla. A través de ella nos comunicamos con el dispositivo y la calidad de nuestra experiencia de usuario depende en gran medida de su calidad.

Al definir la calidad de una pantalla hay tres aspectos fundamentales: la resolución, el brillo y la tecnología de la pantalla. Aunque a primera vista, podría pensarse que la resolución es el factor más importante en los relojes inteligentes, pero esto no es completamente cierto.

relojes inteligentes

La resolución indica la cantidad de píxeles en la pantalla. Como quizá ya sepan, todas las imágenes y videos que aparecen en cualquier pantalla están compuestos por píxeles, pequeños puntos que forman las imágenes.

En el caso del Amazfit Verge, nos encontramos con una pantalla de 1,3 pulgadas con una resolución de 360 x 360. Mientras que por su parte, la pantalla del Apple Watch 3 cuenta con 1,32 pulgadas y una resolución de 384 x 384 píxeles.

La tecnología de la pantalla

Aunque una mayor resolución significa una imagen más nítida y clara, es la tecnología de la pantalla la que aparece como uno de los factores más cruciales.

La pantalla de un reloj inteligente puede adoptar diversas tecnologías, siendo las más comunes  LCD, LED y AMOLED. LCD, la primera en la lista, solía ser común hace algunos años, pero ha sido superada por las pantallas LED, siendo el AMOLED la última versión.

Volviendo a nuestros equipos, el modelo de Amazfit dispone de una pantalla con tecnología AMOLED, mientras que el equipo de Apple opta por una LTPO OLED. Aunque aquí generalmente AMOLED vencería a OLED, la tecnología LTPO aparece como una versión capaz de jugar en igualdad de condiciones con la primera, e incluso superarla en algunos casos.

Por último, el brillo desempeña un papel significativo en la experiencia del usuario de un smartwatch . Básicamente, el brillo indica qué tan bien el dispositivo funciona en exteriores, especialmente bajo la luz del sol.

Muchos smartwatches económicos tienen un brillo bastante bajo, lo que puede afectar su utilidad al aire libre. En el caso de nuestros equipos, ambos cuentan con alrededor de 1000 nits.

Sensores

Aunque consideramos que la pantalla sigue siendo crucial, los sensores se presentan como una competencia fuerte para ocupar el primer lugar de importancia.

De hecho, en ciertos casos, los sensores podrían ser considerados como la parte más esencial, especialmente para aquellos que buscan funciones especializadas, como los deportistas. Sin embargo, para la mayoría de los usuarios, la pantalla sigue siendo el elemento central.

Los sensores pueden variar según el dispositivo. Algunos smartwatches poseen sensores más especializados, pero los más comunes incluyen el acelerómetro, el giroscopio, el monitor de ritmo cardíaco y el sensor de luz.

El acelerómetro es esencial para detectar cambios de posición de manera precisa, mientras que el giroscopio se enfoca en la dirección y orientación. El monitor de ritmo cardíaco, como su nombre indica, mide los latidos por minuto y contribuye al seguimiento de la actividad física y del sueño. Por su parte, el sensor de luz ambiental garantiza un brillo óptimo en la pantalla, además de contribuir al ahorro de energía.

En cuanto a la comparación de Amazfit Verge vs Apple Watch 3, en ambos nos topamos con sensores básicos como GPS, acelerómetro, giroscopio y medidor de ritmo cardiaco. Sin embargo, estos se diferencian por sus sensores avanzados.

Los sensores avanzados

Existen numerosos sensores, más allá de los básicos, que pueden mejorar significativamente la experiencia con un smartwatch. Sin embargo, es normal que incluso dispositivos de calidad no incluyan todos estos sensores, ya que no son estrictamente necesarios para un buen rendimiento.

sensores avanzados

En cuanto a los más avanzados tenemos, por ejemplo, al barómetro. Este mide la presión atmosférica, siendo útil para la medición de la altura y la detección de cambios climáticos.

Por su parte, el sensor de saturación de oxígeno es una versión avanzada del monitor de ritmo cardíaco, beneficioso para una medición más precisa del estado físico.

Nuestro último ejemplo es la tecnología NFC. Aunque esta sirve para transferir información entre usuarios, se destaca por su uso común en pagos y recargas de tarjetas de transporte.

Pasando a nuestros equipos, ambos cuentan con NFC y brújula, mientras que el Apple Watch Series  3 también dispone de barómetro, magnetómetro y medidor de saturación de oxígeno.

La batería

Aunque algunos usuarios pasan por alto la batería al elegir un smartwatch, esta juega un papel fundamental. Dado que los relojes inteligentes están diseñados para usarse constantemente, mantenerlos siempre cargados es esencial.

Las dos características principales de las baterías que deben tenerse en cuenta son su capacidad y velocidad de recarga. La capacidad, medida en miliamperios (mAh), indica cuánta energía puede almacenar la batería.

El tamaño y la tecnología de la pantalla son factores clave que influyen en su duración, ya que las pantallas más grandes o menos eficientes consumen más energía. Por ejemplo, un dispositivo con una pantalla de una pulgada y una batería de 200-250 mAh podría durar aproximadamente dos días.

En cambio, un dispositivo con una pantalla de 1.4" y una batería de 400-450 mAh tendría una duración promedio de 3 a 4 días. Es importante destacar que el tamaño de la pantalla no aumenta proporcionalmente con el de la batería. Para modelos más grandes de 1.6 pulgadas o más y una batería de 500 mAh o más, se puede esperar una semana de uso continuo.

Volvamos una última vez a nuestros equipos. Aquí podemos ver una diferencia clave: mientras que el Amazfit Verge puede durar hasta 5 días con una sola carga, el equipo de Apple solo llega a las 20 horas de uso continuo, lo que se traduce como alrededor de dos días.